miércoles, 25 de noviembre de 2015

EL LEÓN Y EL ZANCUDO.

Había una vez un zancudo que volaba por los aires de una grande y agradable selva con su ruidoso zumbido. A lo lejos, miró a un león tan grande como un toro que estaba durmiendo, y a este se le ocurrió descansar en la oreja del león. Entonces el león se despertó y muy  molesto,-¿Quién ha interrumpido mis sueños con su molesto ruido?-, fui yo- contesto el zancudo- y ¿Quién te crees para llegar a molestarme de esa forma?,-replicó el león-, el zancudo contestó-, soy un humilde zancudo al que si sigues insultando te pondrá una lección, el león estalló en risas y le dijo al zancudo- lárgate de aquí, que no vez que de un rugido puedo matarte- pues si te sientes muy capaz de hacerlo te reto a una batalla-respondió el zancudo. El león en tono de burla le dijo al zancudo,-claro que acepto, búscate a tus aliados para la batalla y yo llevaré a los míos, y te espero en el llano a las diez de la mañana para la pelea. El zancudo se retiró y pidió ayuda a sus amigos los avispones y a la abejas, mientras que el león llamó a los feroces tigres, las sangrientas hienas, a los temibles jaguares, a los astutos pumas y a las gigantescas panteras. Y al día siguiente se reunieron. Entonces el león dijo al zancudo-¿Estás listo?,-el zancudo contesto,-si lo estoy. Entonces comenzó la batalla y salieron todos a su encuentro las miles de avispas sobre los cientos de bestias y las avispas picaron por todas partes a las bestias mientras que ellas no podían hacer nada con tan diminutos y rápidos insectos.  En unos pocos minutos los aliados del león suplicaron tregua y el león quedó solo y derrotado ante el zancudo.


MORALEJA: NUNCA SUBESTIMES A ALGUIEN POR SU TAMAÑO O SU NIVEL SOCIAL, LAS APARIENCIAS SUELEN ENGAÑAR.       

              
El zopilote y la golondrina

Un día un zopilote caminaba y caminaba, cuando llegaron cinco mil golondrinas a reírse de él, excepto una de ellas que se acercó y le preguntó -¿Por qué no vuelas? El respondió - porque no tengo la capacidad para volar como tú. –Claro que si puedes, tienes  alas igual que yo, dijo la golondrina. Pero el zopilote tenía miedo de intentarlo y la golondrina lo invitó a volar junto a ella dándole ánimos para hacerlo, y de esta manera el zopilote lo intentó y se quedó verdaderamente asombrado de haber podido emprender su vuelo, gracias al gran apoyo de la golondrina, por hacer que perdiera el miedo a intentar  volar.


Moraleja: enfrenta tus miedos y obtendrás resultados.
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LA ARDILLA  Y  LA ZARIGüEyA

Había una vez una ardilla que era muy responsable, dedicada a su estudio y la mejor de su clase. Siempre tenía sus cosas cuidadosamente ordenadas y limpias.
La ardilla tenía una amiga, la zarigüeya, que era tan floja como un perezoso y que nunca hacía sus tareas, ni sus deberes, además, llegaba tarde a clase todos los días.
Un día en la escuela  el profesor tecolote dijo a los alumnos que tendrían examen  al día siguiente y que contaría mucho para su calificación.
La zarigüeya empezó a preocuparse porque no tenía nada para estudiar pues nunca había hecho ningún trabajo. Entonces se le ocurrió tomar los apuntes de la ardilla para copiarlos, pero en ese momento llegó el profesor tecolote al salón de clases y descubrió a la zarigüeya robando,- que estás haciendo- dijo el profesor, -¡nada!- contestó la  zarigüeya –robar no está bien y está prohibido, por lo tanto estas expulsada de esta escuela-dijo el profesor.

La zarigüeya fue expulsada y nadie volvió a saber de ella….

Moraleja:
No dejes que la flojera o la pereza te venzan  porque después podrás tener grandes problemas a causa de esto.


El león y la hiena

Había una vez un león muy fuerte, de una melena brillante como el clarear de una mañana en primavera. Conocía a una hiena, la cual era muy inteligente y tenía mucha sabiduría Como un viejo lobo en su manada. La hiena sabía cuáles eran las virtudes del león, al igual que su gran defecto, el ser un animal soberbio.
     Un día la hiena ayudaba a realizar sus labores a las otras de la manada y al termino de ello, se reunían para platicar sobre temas muy interesantes y hacer la repartición de bienes y alimentos y, el león desde su hogar observaba cada día lo que ellos hacían pues el tenia mucha envidia por verlos en comunidad donde nadie es más que nadie, todos muy felices se les veía convivir y, a él la soledad lo marginaba y le llenaba el alma de rencor.
Cuando no pudo contener más sus emociones, se apresuró y trato de quitarles la comida, pero la hiena que era más sabia y ya lo conocía le dijo: 

‘Te digo algo… no me molesta el hecho de que tomes todo esto, más bien te propongo algo, te parece si te invitamos a ser parte de nuestra comunidad, donde con tu fuerza podríamos conseguir mucha comida, más de la que puedes llevarte’.

El león se sorprendió y se quedó sin palabras al ver la humildad de aquellas hienas, y así con ayuda de él, todo logro tomar un camino maravilloso y vivieron muy felices hasta el fin de sus días.



“La soberbia no deja explotar del todo tus   Cualidades y unir lazos fraternos”










EL JABALI Y EL TEJON

Era una vez una turba de jabalís que vivía en un enorme bosque frondoso verde y florido y al lado de un grandioso  rio bajo un árbol estaba un jabalí perdido, afilando sus grandes colmillos como los de un tigre dientes de sable, cuando de  repente escucha un estruendoso ruido y voltea hacia atrás y mira que vienen más de un millón de jabalíes, pasaron y pasaron por un lado de él, cuando de repente se para uno y le dice, “para que afilas tus dientes si ni los vas a necesitar, “contesta el jabalí, “más vale tener algo en mano a no tener nada.


MORALEJA: Más vale aprevenir que lamentar



EL PECECITO Y EL TIBURÓN

Había una vez un pececito, muy pequeño de hermosos colores, y un tiburón pálido, gris feo y con unos dientes como agujas, ellos dos se conocían pero no se llevaban muy bien porque el tiburón siempre se lo quería comer. Entonces el tiburón le propuso al pececito que jugaran una carrera y que si perdía el pececito se lo comería el tiburón y de lo contrario lo iba a dejar de molestar para siempre. El pececito aceptó, aunque tenía mucho miedo, sabía que si perdía la carrera, el tiburón lo iba a devorar, pero a la vez lo emocionaba pensar en ganar. Entonces comenzó la carrera, al principio iban muy parejos, ni uno ni otro, de repente se atravesó un pulpo y del miedo que tenía le aventó tinta al tiburón, al igual que el pececito iba nadando con mucho miedo. El pececito siguió nadando y el tiburón se desvió para otro lado, entonces el pececito ganó la carrera y al tiburón no lo volvieron a ver en el océano.

 

MORALEJA: Nunca pienses que puedes ganar en todo, cuando en realidad no lo puedes hacer.

EL OSO PANDA Y EL OSO POLAR
Cierto día un oso panda comía hojas de bambú de repente ve a su alrededor y ve que nadie se encuentra cerca y  va en busca   en busca de todos, en eso los devisa a todos reunidos en una junta y escuchó que decían que todos los oso del planeta se reunirían. Llego el día de la reunión y aquel oso panda se encontró con un luminoso  y deslumbrante oso polar que presumía de su gran pelaje blanco y suave como un copo de nieve. El panda se acercó y aquel oso polar al verlo le grito; ´´aléjate´´ no somos del mismo rango, el panda replicó; ¨no seremos del mismo rango pero si de la misma especie.¨



MORALEJA: ¨Todos somos de la misma raza  por lo tanto somos hermanos y no nos distingue ningún rango o clase social¨

LA ORUGUITA Y SU AMIGA LA MARIPOSA

LA ORUGUITA Y SU AMIGA LA MARIPOSA.

Érase una vez una oruguita que tenía una amiga mariposa con unas alas grandes, brillantes y llenas de colores vivos, pero el que más le resaltaba era el amarillo.
Un día la mariposa estaba en casa de su amiguita la oruga. Estaban comiendo en el cuarto y ahí se encontraba la mamá oruga, la mariposa y la oruguita.
Las grandes amigas le estaban haciendo una serie de interrogantes a la mamá y una de esas fue, ¿Por qué las orugas no tienen alas? Contestó la mamá diciendo, para todo hay su debido tiempo… y en eso la interrunpió la oruguita diciendo que ella quería tener unas grandes alas como las de un águila de esas que vuelan a grandes velocidades en los hermosos cielos azules. Después de todas estas preguntas y respuestas entre las amigas y la mamá, dijo la mariposa que se tenía que ir y se despidió y la oruguita la acompañó hasta la puerta, la mariposa emprendió su vuelo a casa, mientras tanto la oruguita se queda admirando sus bellísimas alas en ese atardecer tan grandioso y espectacular jamas antes visto por seres vivos.
Pasa el tiempo y todo cambia, en cuanto  a la oruguita se convierte en un capullo y pasó hacerse realidad su sueño, teniendo ya sus alas como su amiga la mariposa.

Moraleja:
No hay que adelantarnos, todo llegará a su debido tiempo.



EL PATO Y EL PEZ

EL PATO Y EL PEZ

Un día estaba un pato muy hermoso, tenía unas plumas doradas y estaba un pez, discutiendo sobre cuál era más veloz para nadar sobre el lago.

El pato era muy presumido, decía que era más rápido que mil tiburones juntos.

Entonces, decidieron que lo mejor era jugar una carrera para ver quién era el mejor.

El pez era tan rápido como un delfín.
Cuándo acabó  la carrera el pez ganó y dejó humillado al pato.


Moraleja. No es bueno presumir, pues siempre hay alguien que te puede superar.


LOS DOS MONOS

LOS  DOS  MONOS
Una vez en la selva dos monos traviesos eran muy unidos para todo hacían bromas a los animales les robaban la comida y muchas cosas más.
Un día esos dos monos estaban descansando de un día largo, vieron pasar una monita  muy bella pestañas largas sonrisa grande para ellos era exageradamente hermosa como una princesa, los dos monos se enamoraron de ella a simple vista  pero se dieron cuenta que uno no más podría andar con ella.
Uno de los dos monos  sele acerco y la hizo reír mucho y dijo ya es mía en cambio el otro mono vio eso y se llenó de envidia y se acercó a la monita y le dijo cosas bonitas y se sonrojo mucho, en cambio el primer mono vio eso y juro vengarse.
Un día los dos monos fueron perseguidos por una manada extremadamente grande de panteras, subieron a un árbol  y uno resbaló le gritó al otro  ¡ayúdame!  Amigo mío y el otro en lugar de ayudarlo lo aventó para que se lo tragaran las panteras y así fue, viendo esto dijo: ya no tengo competencia.
Al siguiente día va a ver a la  monita y la ve con otro chango  entonces el mono se sintió acabado porque perdió a su amada y a su mejor amigo.


MORALEJA: LA VENGANZA NUNCA ES BUENA MATA EL ALMA Y LA ENVENENA.

EL POLLO QUE QUERIA VOLAR

FÁBULA
EL POLLO QUE QUERÍA VOLAR

En una granja grandísima, hermosa y bien cuidada, entre todos los animales  había un pollo, un día mientras el pollo jugaba con sus amigos el perro y el conejo, vio pasar una parvada de miles de águilas  garzas y patas volando por los campos y dijo: -¡Como quisiera poder volar como ellas!
 Ese mismo día el pollo se sube a un árbol muy alto, vetusto y frondoso para intentar volar, intentaba una y otra vez pero siempre se caía hasta el suelo, el perro y el conejo burlándose le dicen: - ¿Cómo quieres volar como uno de esas águilas patas y garzas? ellas son veloces y tienen grandes alas,  no pierdas el tiempo, nunca podrás volar como ellas. Pero el pollo siempre los ignoraba y lo  intentaba una y otra vez, hasta que un día  lo consiguió.

Moraleja: Nunca dejes de intentar aquello que deseas, tarde o temprano lo conseguirás.