El león y la hiena
Había una vez un león muy fuerte, de una melena
brillante como el clarear de una mañana en primavera. Conocía a una hiena, la
cual era muy inteligente y tenía mucha sabiduría Como un viejo lobo en su manada.
La hiena sabía cuáles eran las virtudes del león, al igual que su gran defecto,
el ser un animal soberbio.
Un día la hiena ayudaba a realizar sus labores a las
otras de la manada y al termino de ello, se reunían para platicar sobre temas
muy interesantes y hacer la repartición de bienes y alimentos y, el león desde
su hogar observaba cada día lo que ellos hacían pues el tenia mucha envidia por
verlos en comunidad donde nadie es más que nadie, todos muy felices se les veía
convivir y, a él la soledad lo marginaba y le llenaba el alma de
rencor.
Cuando no pudo contener más sus emociones, se apresuró
y trato de quitarles la comida, pero la hiena que era más sabia y ya lo conocía
le dijo:
‘Te digo algo… no me molesta el hecho de que tomes todo esto, más bien te
propongo algo, te parece si te invitamos a ser parte de nuestra comunidad,
donde con tu fuerza podríamos conseguir mucha comida, más de la que puedes
llevarte’.
El león se
sorprendió y se quedó sin palabras al ver la humildad de aquellas hienas, y así
con ayuda de él, todo logro tomar un camino maravilloso y vivieron muy felices
hasta el fin de sus días.
“La soberbia no deja explotar del todo tus Cualidades y unir lazos fraternos”
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