La leyenda del cerro de Nueva Italia.
Cuenta
la leyenda de un guerrero temible y gallardo llamado ¨Calvarían¨, pues según relatos
antiguos, se dice que su afición era matar a cuanto enemigo osara atacar su
aldea.
Todos
los hombres le respetaban y le temían, ya que es de los humanos más brutales
que ha conocido la faz de la tierra.
Un
día Calvarían preparó y alistó su caballo negro, se notaba su pelaje oscuro
como el abismo en los ojos del atroz guerrero, ya listo subió a él y lo montó.
Saliendo marchó al pie de un sol insoportable, que hacía correr con más apuro
al caballo.
Después
de un recorrido larguísimo de unos miles de kilómetros pudo llegar al lugar que
había soñado, ya que anteriormente en sueños se le había presentado la
maravillosa y formidable creatura emplumada Quetzalcóatl, que le decía que él tenía
el poder para hacerlo eterno; sin embargo él nunca había creído en los sueños,
pero eso le pareció muy real. La única condición que le puso Quetzalcóatl fue
que dejara la aldea y a sus habitantes porque él debía ser el mejor de todos
los guerreros, pues a pesar de ser tan malévolo, él era un hombre con sincero corazón.
Quetzalcóatl
quedó boquiabierta al ver la gran necesidad de seguir defendiendo su aldea, y
en honor a ese hecho tan maravilloso y a su corazón lleno de amor a su patria,
le concedió hacer de él, una fortaleza natural.
Desde
el lugar de donde se aproximen al actual pueblo de Nueva Italia se puede ver al
cerro y en él, el espíritu de Calvarían al pie de guerra y siempre a la defensa
y el cuidado del lugar. FIN.
Ramos Ruiz Owen Efraín.
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